sábado, 4 de julio de 2009

RESPECTO A LA VIDA CONYUGAL



Respecto a la vida conyugal, los psicólogos confirman que llegado cierto nivel de adicción, los hombres adictos a la pornografía sufren de "Anorexia sexual" lo que explica la ausencia de intimidad y la perdida de capacidad para relacionarse emocional, afectiva y sexualmente con quien se contrajo matrimonio.
El adicto prefiere estar inmerso en su propio mundo de fantasías sexuales y practica el onanismo (masturbación) que no en pocas ocasiones llega a ser descontrolado, ello lleva a que el sexo con su pareja se convierte en algo infrecuente y cuando se da generalmente es por solicitud del cónyuge no adicto, quien generalmente experimenta sentimientos de soledad y otros sentimientos que a largo plazo tendrán efectos y consecuencias adversas.

Claro es que no se puede vivir a prueba ni se puede amar a prueba, y cuando una mujer y un hombre se comprometen y deciden contraer matrimonio, inician una vida en comun para vivir y apoyarse en la salud y la enfermedad, en la abundancia y la escasez... es decir para ser compañeros de vida y enfrentarla juntos tratando de superar todo obstáculo.
Ante lo dicho, y a pesar que los procesos de divorcio son cada vez mas frecuentes, es necesario que las esposas comprendan que el cónyuge adicto a la pornografía no es una persona funcional (sana) y por tanto se tiene el deber moral y humano de ayudarlo a recuperarse, de no permitir que el daño "salpique y arrastre" a los hijos (si los tuviesen), a sus demás familiares y hasta a la propia sociedad.
Tienen asi mismo el derecho de luchar por recuperar el equilibrio y la felicidad conyugal por lo que se les aconseja agotar todo esfuerzo buscando ayuda profesional (psicológica, psiquiátrica, apoyo espiritual etc.) tanto para el cónyuge enfermo como para si mismas.

PENSAMIENTO:
“El deseo puede morir con el tiempo, pero el amor si es verdadero nunca muere y se hace patente en el tiempo, mas allá de cualquier circunstancia.”

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